Los niños y niñas de 3 años desarrollan cada día su autonomía, la rutina de llegada es una de ellas. Cuando llegan al aula, identifican su perchero con su nombre y foto, cuelgan sus abrigos y cogen sus babis. Algunos comienzan a ponérselo y a abotonarse por sí mismos; otros necesitan la ayuda de otro compañero, por lo que se van iniciando en el trabajo cooperativo, desarrollando la técnica “Gemelos de hábitos y rutinas”.
Desarrollar la autonomía infantil les beneficia en: seguridad en sí mismos, ser desenvueltos, les hace ser responsables en sus tareas personales, aprenden y comprenden unas normas que han de seguir…