Hace semanas que nos iniciamos en los mandalas naturales, aprovechando los elementos otoñales que los niños y niñas de 3 años trajeron a las aulas.
Los mandalas son composiciones de diseños que representan armonía y unidad mediante un equilibrio de los elementos visuales que lo componen. En este caso vamos un poco más allá y aprovechamos diferentes frutos secos, hojas de distintas tonalidades y otros elementos otoñales para crear nuestros propios mandalas.
Además del poder de relajación que produce la composición de un mandala y el aporte de serenidad, ayuda a la concentración de los pequeños, activa su poder creativo y la utilización de elementos naturales les acerca un poco más a la naturaleza, a la tierra.